Por primera vez en años, estamos presenciando un fenómeno extraordinario en Wall Street: el mercado bursátil está subiendo mientras los gigantes tecnológicos se tambalean. El famoso “Magnificent Seven” (Apple, Microsoft, Nvidia, Alphabet, Amazon, Meta y Tesla) que tradicionalmente lideraba los rally alcistas, ahora se ha convertido en un lastre para el S&P 500.
Los números son reveladores:
• El S&P 493 (excluyendo al Magnificent Seven) sube un 4.65% en lo que va de 2024
• Con el Magnificent Seven incluido, el rendimiento cae al 1.3%
• Los siete gigantes tecnológicos acumulan una caída cercana al 5% desde enero
¿Quiénes están tomando el relevo?
Los sectores tradicionales están emergiendo como nuevos protagonistas:
• Utilities (servicios públicos)
• Industriales
• Financieras
Este cambio de guardia marca un contraste significativo con 2023 y 2024, cuando el Magnificent Seven dominaba el mercado y acaparaba la mayor parte de los rendimientos del S&P 500.
La tensión comercial como catalizador
El reciente declive de las tecnológicas coincide con la incertidumbre generada por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. Apple y Nvidia, por ejemplo, vieron evaporarse más de $1 billón en capitalización de mercado entre el 19 de febrero y el 8 de abril, según datos de Bespoke Investment.
Sin embargo, la reciente tregua comercial de 90 días entre EE.UU. y China ha permitido un rebote en abril. Según DataTrek Research, “Big Tech fue responsable de todas las pérdidas del S&P en el primer trimestre, pero se recuperó en abril y contribuyó con el 60% de los rendimientos de mayo hasta la fecha.”
¿Qué significa este cambio?
Hay dos interpretaciones posibles:
- Escenario conservador: El Magnificent Seven recuperará su liderazgo pronto, respaldado por su enorme tamaño y dominio histórico.
- Escenario transformador: El mercado está madurando hacia una estructura más equilibrada, donde el éxito no depende exclusivamente de un puñado de empresas tecnológicas.
Lo más significativo es que el S&P 493 ha demostrado que puede prosperar sin el impulso de las mega-caps tecnológicas. Esta participación más amplia del mercado podría ser el inicio de una nueva era donde las ganancias se construyen sobre una base más diversificada y menos dependiente del sector tecnológico.
Este giro inesperado en el mercado sugiere que los inversores deberían considerar diversificar sus carteras más allá de las tecnológicas tradicionales. Los sectores tradicionales están demostrando su capacidad para generar rendimientos atractivos, y esta tendencia podría marcar el inicio de un mercado más equilibrado y resistente.
Para los inversores a largo plazo, la lección es clara: no poner todos los huevos en la canasta tecnológica y explorar oportunidades en sectores tradicionalmente menos glamurosos pero potencialmente rentables.
Las noticias más importantes a la apertura del mercado aquí →