Invertir en SpaceX con solo $5000 es posible, pero hay trampas en el camino.
¿Te imaginas tener una participación en empresas como SpaceX u OpenAI sin ser un inversionista multimillonario? Hoy, eso es una realidad. Gracias a mercados secundarios como EquityZen y Forge Global, los inversores individuales pueden entrar en el juego por tan solo $5,000, según reportó The Wall Street Journal.
Pero antes de lanzarte de lleno a esta nueva frontera financiera, vale la pena detenerse y analizar: ¿es realmente una buena idea?
El atractivo de invertir en startups privadas
No es ningún secreto que algunas de las mejores oportunidades de inversión se encuentran en empresas antes de que salgan a bolsa. Históricamente, los grandes retornos han favorecido a los inversionistas de venture capital (VC) que pueden apostar temprano en compañías innovadoras.
El problema es que las empresas privadas tardan cada vez más en salir a bolsa. Amazon tardó tres años en hacerse pública; SpaceX todavía no lo ha hecho en más de dos décadas. Para cuando estas compañías permiten la inversión pública, gran parte del crecimiento explosivo ya ocurrió. Esto deja a los pequeños inversionistas con pocas oportunidades de capturar una parte de ese éxito.
Gracias a plataformas como EquityZen y Forge Global, cualquier persona con un patrimonio de al menos $1 millón o ingresos anuales de $200,000 puede acceder a estas oportunidades. Pero claro, las cosas no son tan simples como parecen.
El lado oscuro del venture capital para novatos
Invertir en startups privadas no es lo mismo que comprar acciones en Apple o Tesla con un clic en tu app de trading. Existen varias advertencias que hacen que este tipo de inversión sea significativamente más riesgosa.
1. La falta de información clara
Cuando inviertes en empresas públicas, tienes acceso a reportes trimestrales, conferencias con ejecutivos y un sinfín de análisis. En cambio, las startups privadas ofrecen escasa visibilidad sobre su salud financiera.
Decidir si una empresa privada va en la dirección correcta puede volverse un salto de fe más que un análisis fundamentado.
2. Liquidez limitada y plazos largos
El mercado de valores público permite comprar y vender acciones en segundos. Pero si compras acciones en SpaceX o OpenAI a través de EquityZen o Forge, puede que no puedas vender durante años o incluso décadas.
Las plataformas prometen brindar liquidez, pero advierten que vender puede llevar días o meses. Además, algunos acuerdos imponen un período de retención mínimo de seis meses antes de permitir cualquier transacción.
3. Comisiones más altas
A diferencia de la inversión en bolsa, donde muchas plataformas ofrecen operaciones sin comisiones, EquityZen y Forge Global cobran entre un 2% y un 5% por transacción. Esto significa que, aun si obtienes una buena rentabilidad, una parte significativa de tus ganancias se la llevan las plataformas.
¿Es una buena idea para ti?
Si eres un inversionista que disfruta la emoción del riesgo y tienes capital que puedes permitirte perder, entrar en el mercado de startups privadas puede ser una experiencia interesante. Algunas participaciones podrían convertirse en fortunas si apuestas en la empresa correcta como lo hicieron los primeros inversores de SpaceX o Airbnb.
Pero, en la mayoría de los casos, no es un juego ideal para el inversionista promedio. La falta de transparencia, la iliquidez y las altas tasas pueden hacer que esta decisión no sea la mejor vía para hacer crecer tu dinero.
Imagina que la inversión en startups privadas es como un viaje a Marte con SpaceX: emocionante, revolucionario, pero con enormes riesgos que podrían dejarte varado en el espacio financiero.
Si decides aventurarte, hazlo con conciencia, diversificación y con fondos que estés dispuesto a no ver en mucho tiempo. Porque aunque ahora cualquiera puede ser un VC, no todos sobrevivirán el despegue. 🚀