La segunda economía más grande de Estados Unidos está lanzando una clara señal al mercado: las tasas de interés están sofocando al sector manufacturero. Los últimos datos de la Reserva Federal de Dallas pintan un panorama preocupante que podría inclinar la balanza hacia un recorte de tasas más temprano que tarde.
Los números que alarman:
• El Índice de Nuevos Pedidos se desplomó 20 puntos hasta -20.0
• El Índice de Envíos cayó a territorio negativo por primera vez en 2024
• La Actividad Empresarial General tocó mínimos no vistos desde mayo 2020
• El Índice de Incertidumbre se disparó 11 puntos hasta 47.1
“Demasiada incertidumbre y tasas excesivamente altas”, resume un ejecutivo texano en la encuesta. El mensaje desde el corazón industrial del país es claro: la medicina de la Fed podría estar resultando más amarga que la enfermedad.
El mercado laboral también muestra signos de debilidad. Tanto el Índice de Empleo como las Horas Trabajadas han entrado en territorio negativo en abril, sugiriendo que el hasta ahora resiliente mercado laboral estadounidense podría estar comenzando a ceder.
La encrucijada de la Fed
La Reserva Federal enfrenta un dilema familiar: por un lado, los costos de materias primas aumentaron a niveles no vistos desde mediados de 2022, manteniendo viva la preocupación por la inflación. Por otro, la actividad económica muestra señales claras de desaceleración.
James Fishback, CEO de Azoria, señala que las tasas actuales están un punto porcentual por encima de la llamada “tasa R-star” – el nivel neutral que ni acelera ni frena la economía. “No es la Fed contra Trump”, argumenta, “es la Fed contra sus propias estimaciones”.
Wall Street toma nota
Los estrategas de Morgan Stanley ya han advertido que un rally sostenido en el S&P 500 dependerá en parte de una Fed más dovish. Los mercados están apostando cada vez más a que la presión desde sectores clave como el manufacturero texano obligará a la Fed a actuar.
La presidenta de la Fed de Cleveland, Beth Hammack, ya ha sugerido que los recortes podrían llegar tan pronto como junio si la economía muestra señales convincentes de desaceleración. Los datos de Texas parecen estar proporcionando exactamente esa evidencia.
Para los inversores, el mensaje es claro: manténganse atentos a los datos manufactureros y de empleo en los próximos meses, pues podrían ser la llave que abra la puerta a los tan esperados recortes de tasas.
